INDIANAPOLIS HISTORIA Y SU FAMOSA CARRERA INDY 500

Por Emilio J. Lezcano    carsNtravel   Fotos IMS

Indianápolis es una pequeña y tranquila ciudad del medio oeste de Estados Unidos, conocida por algunos como la capital agrícola e industrial del estado de Indiana. Fue fundada como la capital estatal en 1821, era una zona pantanosa conocida como Fall Creek Settlement, y se cree que el primer colono europeo se estableció en una cabaña hecha con troncos de madera y situada al borde del Río Blanco, el 2 de marzo de 1819.

Alexander Ralston, un aprendiz del arquitecto francés Pierre L’Enfat, el planificador de Washington D.C., fue nombrado por el estado para diseñar la capital de Indiana. La ciudad de Indianápolis cuenta con varios sitios de interés para los visitantes donde se destacan varios monumentos, museos e iglesias. Cada año la ciudad recibe a cientos de miles de turistas, especialmente los fanáticos de la velocidad, para presenciar el mango espectáculo del automovilismo deportivo internacional, las famosas “500 Millas de Indianápolis”, evento que se celebra todo los años a finales del mes de mayo.
El famoso óvalo abrió sus puertas, por primera vez, el 5 de junio de 1909, para ofrecer la primera competencia que no fue precisamente una carrera de automóviles.  En esa fecha se reunieron en las instalaciones alrededor de 3,500 personas y otras 40,000 estuvieron en los alrededores disfrutando del primer evento deportivo del famoso autódromo… una carrera de globos aerostáticos!

Sin embargo, no fue hasta el 19 de agosto de ese mismo año que la pista estuvo terminada. La superficie original de asfalto y gravilla se desintegró en varios lugares ocasionando accidentes fatales, por lo cual los  organizadores decidieron pavimentar la pista con ladrillos.  Unos 3,200,000 ladrillos, con un peso de 10 libras cada uno, fueron instalados en 63 días, a tiempo para la primera carrera de exhibición señalada para el mes de diciembre.

En mayo de 1910, un total de 42 carreras fueron celebradas en el nuevo pavimento de ladrillos, donde solamente un piloto fue seriamente lesionado.  Alrededor de 60,000 fanáticos se dieron cita para la carrera de mayo, que también se repitió en junio y durante el “Labor Day”.  Finalizada la serie de 3 carreras, los promotores decidieron organizar un solo evento al año de 500 millas de duración.

Y, así fue, que en 1911 el piloto Ray Harroun, un ingeniero automotriz quien compitió en algunas carreras, salió de su retiro y diseñó su propio auto de carrera bautizado como ‘Marmon Wasp’,  pintado de amarillo y negro con el número 32, para batallar con otros 39 carros y  ganar la primera carrera “500 Millas de Indianápolis” en 6 horas, 42 minutos y 8 segundos a una velocidad promedio de 74.59 millas por hora.

Harvey S. Firestone y Henry Ford estaban convencidos de  que el éxito en las competencias de automóviles, sobre todo de larga duración, también dependían de buenos neumáticos y quedó demostrado cuando Ray Harroun ganó la carrera inaugural “Indy 500” en 1911 con la firma Firestone.  De los cuatro neumáticos originales tres no fueron cambiados, el cuarto, localizado en la parte derecha-trasera del auto, el cual  recibió el mayor castigo en las curvas, fue cambiado en tres ocasiones como precaución, mientras el resto de los bólidos necesitaban hasta 15 cambios.

Para el gran evento, su organizador Carl Graham Fisher manejó el “Pace Car”, un Stoddard-Dayton, acompañado de su amigo y socio de negocios Jim Allison.  El ‘Pole Position’ (el número uno en la parrilla de largada)  fue otorgado al primero en registrarse y no por velocidad en clasificaciones. En la primera fila arrancaron:  Lewis Strang, Ralph DePalma, Harry Endicott y Johnny Aitken. Un total de 40 autos tomaron la salida en ese histórico día.

A partir de ese año se estuvieron celebrando, sin interrupción, las 500 millas hasta el año 1916, que por motivo de la primera guerra muchos de los equipos europeos no se presentaron a la competencia.  Ese año las famosas “500” se vieron reducidas solamente a 300 millas.

En 1919 el autódromo abrió sus puertas nuevamente y Howdy Wilcox se llevó la victoria al volante de un Peugeot de 1915.  Ese año, su fundador Carl Fisher vendió el famoso autódromo a un as de la aviación de la primera guerra llamado Eddie Rickenbacker.  Durante la época de Rickenbacker todo estuvo bien hasta el año 1941, cuando Mauri Rose relevó  a Foyd Davis y se llevaron el trofeo. Wilbur Shaw, al volante de un Maserati, estuvo a punto de ganar por cuatro año la carrera.  Shaw estaba al frente cuando una rotura en una rueda le hizo perder el control del auto chocando contra la pared y de paso terminó con una vértebra rota.

Ese mismo año se desató, en el “Gasoline Alley”, un tremendo incendio que destruyó varios autos y todos sus equipos.  Los organizadores  se dieron a la tarea de llevar a cabo las reparaciones para tener todo listo para la carrera de 1942 pero el bombardeo japonés a Pearl Harbor suspendió las actividades por la oficina del Departamento de Defensa y Transporte.

En 1945 Rickenbacker comenzó a buscar un comprador para el famoso autódromo y con la ayuda de Wilbur Shaw, el 14 de noviembre de 1945, en el Club Atlético de Indianápolis, el “Indianapolis Motor Speedway” pasó a manos de un deportista y hombre de negocios llamado Anton “Tony” Hulman Jr.,  por un monto de $700,000.00.

Durante la época de Tony Hulman y su famosa frase “Gentlemen Start Your Engines”, (Caballeros Arranquen sus Motores), hasta su muerte en el St. Vincent’s Hospital de Indianápolis el 27 de octubre de 1977, se hicieron grandes reformas.  Se eliminaron los ladrillos en las curvas, por asfalto y se construyeron nuevos ‘stands’.  Al ser eliminados los viejos locales de madera, la capacidad de fanáticos aumentó.  El viejo puente de madera de entrada fue sustituido por un túnel de cuatro vías y se construyó una nueva torre de control.

En 1961 el piloto australiano Jack Brahman, se presentó con un pequeño coche inglés Cooper tipo F-1,  dejando sorprendido a todo el mundo con su noveno lugar.  Para 1963 una ‘invasión’ europea con los famosos Lotus-Ford dejaron ver claramente el final de los venerables ‘Roadster Offenhouser’.  Por una controversial decisión el piloto escocés Jim Clark, al volante de unos de los Lotus-Ford de Colin Chapman quedó en segundo lugar, destrás de Parnelli Jones.  Muchos piensa que Parnelli debió ser descalificado por regar aceite en la pista.

En 1964 A. J Foyt Jr., ganó por segunda ocasión la carrera,  marcando el final de los bólidos con motor delantero.  En 1965 y 1966 Jim Clark y Graham Hill cargaron con el trofeo Borg-Warner.  En 1967 y 1968 se presentaron los autos equipados con turbinas “Pratt & Whithney” con algún éxito y en 1977, con la clasificacion de Janet Guthrie, la famosa frase de Tony Hulman cambió a “Lady and Gentlemen Start Your Engines” (Dama y Caballeros Arranquen sus Motores).  Ese mismo año A. J. Foyt se convirtió en el primer piloto en ganar, en cuatro oportunidades, las 500 Millas de Indianápolis.  Diez años más tarde Al Unser Sr.,  logró su cuatro triunfo y, siguiendo la’ invasión’ extranjera,  se presentaron ‘The Boys from Brazil” con Emerson Fittipaldi, Helio Castroneves y Gil de Ferran.

Tony George, el nieto de Tony Hulman, se hizo cargo del Indianápolis Motor Speedway  en enero de 1990 y agregó al calendario del autódromo las “Brickyard 400” de la serie NASCAR y en 1998 George llegó a un acuerdo con el Zar de la Fórmula Uno, Bernie Ecclestone, para que Indianápolis se convirtiera, en el año 2000,  como el Gran Premio de F-1 de Estados Unidos.  Ese año ganó el piloto alemán Michael Schumacher con su Ferrari y, gracias a ese evento, gradualmente ha ido creciendo el interés por la Fórmula Uno en Estados Unidos.
ejlezcano@carsntravel.com

 

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Emilio Lezcano

Journalist - Editor - Photographer
Professional Race Car Driver

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